¿Cuántos niños entran al cole en estas fechas y se resfrían? ¿Cuántos volvemos de vacaciones y regresamos al trabajo y nos resfriamos? ¿Cuántos, cuántos , cuántos … resfriados que achacamos al “loco cambio de tiempo” y a no llevar la chaqueta a mano?
Existen muchos factores que intervienen para que un resfriado, catarro o gripe aflore. Y no sólo son virus y bacterias oportunistas (de los que ya se ocupa la medicina).
Desde el punto de vista dietético-integrativo, tenemos la necesidad de cubrir los nutrientes que nuestro organismo necesita para la correcta función del sistema inmunitario. Tales como el Cobre, Vitamina A, Vitamina C, Vitamina D, Magnesio, Zinc… entre otros. Y por otro lado, están los poderosos pensamientos y emociones limitantes. Sí, sí…esa “voz en off” que nos va carcomiendo por dentro sin darnos cuenta.
Porque si tú lo crees, así será ¡No lo dudes! Tus pensamientos crean tu realidad, y tu sistema inmunológico lo sabe. Creamos nuestra realidad según dónde pongamos el foco.
Fíjate cómo cuando pensamos más en lo que nos falta que en lo que ya tenemos, parece que sólo “vemos” todas esas cosas que “nos faltan”. Como si no hubiera nada más. Te pondré otro ejemplo muy habitual ¿Qué “ve”, una y otra vez, por la calle una mujer que desea con toda su ilusión quedarse embarazada y no lo consigue? ¡Bingo! ¡Embarazadas por todos lados! ¿Te suena esto? ¿Acaso hay más embarazadas desde que ella se fija o es que quizás, está poniendo “el foco” en ello mucho más que en otro momento de su vida? ¡Piénsalo!
Cuando nos enfadamos, nuestro organismo libera una serie de toxinas a sangre fruto de una combustión química procedente del sulfur, y que genera el enfado del cual nuestro cuerpo tiene que ocuparse. Y si no lo consigue, nuestro sistema inmunitario puede verse afectado. la famosa “bajada de defensas”. Es cuando la microbiota intestinal se altera, dejando desprotegida la mucosa y los virus y bacterias que siempre están conviviendo con nosotros, y es ahí cuando aprovechan para colarse al torrente sanguíneo y ¡¡Empieza la batalla!! Fíjate cómo nuestro refranero hace gala muchas veces de expresiones populares muy acertadas ¿Te suena aquello de “no te sulfures, que te va a dar algo”?
Bueno, vamos a empezar a deshilar el ovillo…
Lo primero que le ocurre a nuestro cuerpo es un pensamiento o creencia limitante que tenemos instaurada o un enfado del cual no me hago consciente, no asumo y además me siento víctima y no lo acepto .
Ejemplo de creencia o pensamiento limitante:
- Una niña a la que sus padres le han dicho que siempre que llega su cumpleaños se enferma– .
En este caso, ella ha creado de forma inconsciente la creencia de que cuando llega su cumpleaños tiene que enfermar. Ésta sería una creencia limitante. Debe ponerse tan nerviosa que, nuevamente sus defensas bajan y los virus y bacterias atacan. Sería interesante que la niña cambiara esta creencia por la de : “ Mi cumpleaños siempre lo celebro en perfecto estado de salud y estoy encantada de poder hacerlo”. De esta forma, la emoción que recibe su cuerpo será bien distinta. Por lo tanto, su organismo ya no generará un cambio corporal químico nocivo, sino todo lo contrario.
Otro ejemplo de un enfado no consciente :
Te vamos a confesar algo. A un@ de nosotr@s siempre le tocaba comprar todos los regalos de Navidad para la familia. Y a veces apetece hacerlo y otras no. El simple hecho de “ir en contra de lo que uno siente” y no atreverse a decir que NO, puede provocar un enfado, rabia, desacuerdo y … ¡un RESFRIADO! Recuerda que nuestro sistema inmune se resiente y nuestras defensas bajan.
Aquí la creencia limitante sería : “ Siempre que llega la Navidad me enfermo” ¡Pero no me enfermo por la Navidad! Sino por el enfado que me produce tener que comprar todos los regalos y no saber decir que NO. El cambio de creencia sería : “Cuando llega la Navidad cada uno compra sus regalos y yo disfruto con mis compras” ¿Vas viendo la diferencia?
Y ahora, una vez localizadas las emociones o pensamientos limitantes, vamos a buscar los conflictos que hay detrás de un resfriado: Un resfriado puede estar provocado por un enfado o una relación tensa que nos genera rabia y el cuerpo lo acusa.
El dolor de cuello – es algo que quiero decir y no me atrevo. El dolor de oídos – es algo que no quiero escuchar. La nariz tapada—simboliza que algo “me huele mal”. Hay algo en el ambiente que no me gusta y quiero alejarme de esa situación. El frío— conlleva que algo no me gusta. Estoy frío con alguien. Dolor de cabeza – Es que le “doy muchas vueltas” a algo. Y así, te podríamos explicar muchos más síntomas comunes, donde posiblemente, dirías aquello de “ es que ya se sabe, ahora que viene el frío, es normal…” ¿Seguro?
Sabemos que esto te puede “chocar” explicado así. Pero desde la medicina integrativa, hay mucha bibliografía empírica que lo narra. Te invito a que investigues, si tienes más curiosidad.
Lo positivo de todo esto es que te permite conocerte cada vez más. El resfriado, si tiene que pasar, que pase. Pero que no pase en vano. Que al menos, sepamos el origen y así, la próxima vez lo podamos identificar y quizás, gestionar de otra manera para evitar que aparezca.
Es curioso cómo la Medicina tradicional China, ancestral y milenaria, ya relacionaba muy bien el vínculo órganos – estación del año. Y es que, en este caso, el Otoño y las emociones, se ven reflejadas en nuestra salud del pulmón y del intestino grueso, como antes te avanzábamos.
A nivel físico, los pulmones regulan la Energía Vital (el Qi), realizando el intercambio de oxígeno y CO2 (la respiración) y el tránsito del agua en el cuerpo. Pero también controlan el tejido epidérmico.
Por otro lado, el sistema inmunológico junto con la sinergia de todos los órganos, está estrechamente relacionado con la microbiota intestinal (antes conocida como flora bacteriana) y el intestino grueso-pulmón.
Para la Medicina Tradicional China, el equilibrio de la energía de los pulmones alimenta la integridad y la dignidad. Cuando se origina un desajuste emocional-químico, la energía se congestiona y los pulmones se contraen. Es cuando se desajusta todo el aparato respiratorio. Sucede cuando algún nutriente, microorganismo, fitoquímico, oligoelemento, etc… lo hemos gastado o alterado con la reacción química que se generó con nuestra emoción (rabia, ira, enfado…) . Y por ello, tendrá que ser reemplazado. Pero a veces esto no ocurre así. Y la no reposición de este nutriente y/o volver al equilibrio genera un déficit que indirecta o directamente afectará a nuestro cuerpo, alterando la respiración, inhibiéndola y debilitando la Energía Vital que rodea el cuerpo. Todo esto generará de nuevo una emoción y aflorará la tristeza, la melancolía, sufrimiento, sometimiento… Es decir, de nuevo retroalimentamos el círculo.
Una energía equilibrada y condensada de los pulmones predispone a una personalidad que demuestra dignidad, honorabilidad, saber aceptar y no someterse, saber juzgar con rigor y ecuanimidad. Y también, tener un gran sentido del instinto, que es el que hace presentir lo que es “bueno o malo”. Nos ayuda a intuir las situaciones que están por suceder. Es el sentido que te ayuda a detectar peligros. No por ello has de vivir con miedo (si hay miedo, ese es otro tema que abordaremos en otro artículo cuando hablemos del riñón y la estación que lo vincula, como es el invierno).
También queremos contarte que las posturas corporales como ir encorvado, hundiendo el pecho y bajando la cabeza, así como la sequedad de la piel y los labios cortados son síntomas de que debemos prestarle atención a nuestro pulmón-intestino grueso. Pero no sólo a nivel físico, sino a nivel emocional. Nuestro cuerpo es muy inteligente y sabe buscar soluciones, pero debemos ser conscientes que no es invencible y tenemos que cuidarlo: ES NUESTRO TEMPLO.
¿Cómo prevenir el resfriado ?
Trabaja tus emociones y aliméntate con alimentos de verdad, sin procesados, vuelve al mercado y compra alimentos de temporada. Ya conoces nuestro lema “De la tierra a la mesa”. Pues las estaciones son increíbles y nos brindan frutas, verduras, tubérculos .. llenas de nutrientes para darle a nuestro sistema inmunológico las sustancias que necesita para mantenernos siempre en perfecto estado de salud.
- Alimentos con vitamina C: cítricos, granada, boniato, perejil, mangos, caquis…
- Alimentos con contenido en cobre con propiedades antivíricas: granadas, setas, boniatos, calabaza, castañas, legumbres, cereales integrales, marisco y vísceras…
- Alimentos con magnesio: Nabos, higos, cacao, frutos secos y semillas…
- Alimentos con Zinc: Nabos, setas, cacahuete, sésamo..
- Alimentos ricos en vitamina A con grandes propiedades antivíricas y protectoras de las mucosas: boniato, calabaza, zanahoria, granada, higos, brócoli.
- Vitamina D: toma el sol siempre que puedas.
- Ajo ,jengibre y canela son tus aliados.
- Y ayuda a tu hígado y vesícula biliar evitando los fritos en las comidas.
- Trabaja las emociones (ya lo hemos comentado anteriormente) y toma conciencia del enfado. Y recuerda que si hay síntoma es porque no somos conscientes del conflicto. El cuerpo se “comunica” con nosotros con el único lenguaje que sabe y puede, y es “hacer aflorar un síntoma para que tomemos consciencia de que algo pasa”. Las llamadas somatizaciones físicas/corporales. Muchas veces ponemos expectativas en muchas cosas y cuando no se cumplen nos decepcionamos o enfadamos. Recuerda el ejemplo con los regalos de Navidad. Al final ¿qué ocurrió? Tomar la determinación de que cada uno se comprara los suyos. Es cierto que también se podría haber aceptado y comprarlos, pero no era lo que esa persona quería hacer. Puntualmente sí , pero siempre No.
¿Y si ya tengo el resfriado qué puedo hacer?
Pues si ya tienes el resfriado te proponemos 8 cosas:
- Prepárate un buen caldo de verduras depurativas ( nabo, apio, perejil, ajos, jengibre, chirivía, puerro, cebolla y un trozo de alga wakame ) para remineralizar el organismo, pues éste necesita nutrirse e hidratarse.
- Abstenerse durante 3-5-7 o 9 días, dependiendo de la evolución de tu resfriado, de consumir producto animal ( tampoco valen los lácteos y sus derivados. )
- Para obtener la proteína, utiliza las legumbres. Y si te sientan mal, cocínalas bien hasta que estén muy blanditas , hazte un puré con ellas . Siempre que comas legumbres, toma 2 cucharadas de algún cereal integral. Así obtendrás una proteína completa. Aunque también hay legumbres, como el garbanzo y algún tipo de judía, que ya son proteínas completas.
- Si tienes mucha hambre, come verduras y frutas.
- Infusiones depurativas y digestivas.
- Mastica y ensaliva todo muy bien (hasta el caldo). Unas 30-50 veces.
- Descansa y respira todo lo que puedas. La respiración es una de las mejores formas de alcalinizar el organismo.
- La mejor manera de mantenernos saludables es vivir en armonía con la naturaleza. El otoño es la estación perfecta para darnos un poco de atención extra y mucho amor. Para que en lugar de buscar la felicidad fuera, la busquemos dentro de nosotros. El otoño simboliza prepararnos para volver al nido, al recogimiento del invierno. Por ello, darnos esos mimos es tan importante.
¡Nuestro Naffconsejo!
Te proponemos un ejercicio…¡ Vamos allá!
Todo lo que te vamos a pedir es que imagines que tienes un limón y que lo cortas por la mitad, y muy poco a poco, sintiendo lo que estás haciendo, coges una mitad y la exprimes con la mano en tu boca. Todo ese zumo está en tu boca, ensalívalo bien durante un ratito y trágatelo.
Si tus glándulas salivales empezaron a segregar saliva sólo con la imaginación, ¡Piensa lo que hacen contigo los pensamientos! Antes de que tú comas, sólo pensando lo que vas a preparar para comer y mientras cocinas, los olores ya están despertando en ti ciertas sustancias que te preparan para la digestión. Tu cuerpo se prepara para recibir ese alimento, sin recibirlo realmente ¿No te parece increíble? ¡Sólo con el poder de la imaginación! Por ello, con las emociones pasa algo similar. El cuerpo genera sustancias que cambian la bioquímica de tu organismo y muchas veces no somos conscientes de ello. Nuestro deseo con este artículo es que empieces a ser más consciente de las reacciones de tu cuerpo y vivas más el presente, sin tantas expectativas y sin tantos apegos.
Así, quizás nutriéndote de forma saludable y con alimentos de verdad, los resfriados pasen de largo en tu vida. Porque nuestro sistema inmunológico, recuerda, tiene las herramientas para protegernos.
Si con un limón imaginario no te funciona, prueba con otro alimento. O imagina la vitrina de una pastelería… qué sensaciones te genera… sólo imagina ¿eh?
TU CUERPO ES TU TEMPLO , CUÍDALO Y ÉL TE CUIDARÁ A TI. GRACIAS