Hola! Soy Mónica y estoy encantada de que estés aquí en este espacio tan especial para mí .
Llevo años formándome, leyendo, escuchando audios, informándome, participando a través de cursos y más cursos, talleres y más talleres… he aprendido de los mejores… Marc Vergés, Lucía Redondo, Olga Cuevas, Chamanes ( no puedo decir sus nombres ), mi gran maestro (al que le debo tanto, me ha enseñado tantas cosas que no están en los libros , gracias por tanto Francesc) y podría seguir… he pasado por tantos maestros que ahora me toca a mí compartirte todo ese conocimiento que va más allá de un libro de lectura, es una experiencia de vida. Te cuento:
Todo empezó por un problema estomacal serio que tuve hace años. Y decidí junto a mi médico convencional y mi naturópata (jajaja que son el mismo) empezar a cuidarme por dentro y por fuera.
Pasé de pelear con mi estómago y los alimentos que ingería a estudiar el grado superior en dietética y nutrición en Roger de Lluria para poder así tener la formación completa que me permitiera ayudar a mi cuerpo a recuperar su armonía. La kinesología también formó parte de mis aprendizajes, y como no, la gimnasia facial y la asesoría de imagen.
Y dirás, ¡madre mía cuantas técnicas tan diferentes unas de las otras! Pues para mí todo pasa por lo mismo, el sentirse bien por dentro y por fuera.
La alimentación me garantiza nutrientes para revitalizar mi piel y mi cuerpo. Y todo el campo de la belleza, refuerza mi autoestima. Y si entramos en el lado emocional, aquí elevo mi alma.
Muchas veces me preguntan…por qué tengo esta piel … y yo les contesto que por genética y porque me gusta cuidarme.
Allá por el … cuando tenía 23 añitos, empezó mi inquietud por la gimnasia facial. Aprendí varios ejercicios y los practicaba unas veces sí y otras no. Pues mi genética me permitía jugar de esa manera. Todo cambió con los embarazos ( y la muerte de mis gemelos ) éstos , además de dejarme el ALMA vacía, dejaron ciertos cambios en mi físico, y uno de ellos fue la pérdida de grasa malar en mi rostro. Cuando pierdes esa grasa subcutánea, el rostro pasa de tener «carita de pan» como me llamaban a mí, a afinarse y a adelgazarse. Su volumen se pierde porque no tenemos esa grasa que le daba un aspecto redondo. Entonces, ¿qué fue lo que pensé? : ¡¡¡Anda los ejercicios de gimnasia facial!!!!!
Así que me puse manos a la obra y por eso estás hoy aquí en esta web tan especial para todos los componentes de este maravilloso equipo.
Te deseo que encuentres el camino hacia el AMOR y la PAZ como lo encontré yo, incluso después de haber perdido a mis hijos. Ellos son el resultado de este proyecto tan bonito del que espero formes parte algún día. Gracias, gracias, gracias.
