Muchas veces me preguntan…por qué tengo esta piel … y yo les contesto que por genética y porque me gusta cuidarme.
Allá por el … cuando tenía 23 añitos empezó mi inquietud por la gimnasia facial. Aprendí varios ejercicios y los practicaba unas veces sí y otras no… pues mi genética me permitía jugar de esa manera. Todo cambió con los embarazos éstos dejaron ciertos cambios en mi físico y uno de ellos fue la pérdida de grasa malar en mi rostro. Cuando pierdes esa grasa subcutánea, el rostro pasa de tener «carita de pan» como me llamaban a mí, a afinarse y adelgazarse. Su volumen se pierde porque no tenemos esa grasa que le daba un aspecto redondo. Entonces que fue lo que pensé : Anda los ejercicios de gimnasia facial!!!!!
Si trabajo el músculo conseguiré que mi rostro aún habiéndose adelgazado conserve su musculatura y así todo seguirá en su lugar … el resto es mantener unos buenos hábitos alimenticios y una correcta hidratación corporal pues somos un 80% agua . Así que me puse manos a la obra .
Y después de muchos años practicando la gimnasia facial o yoga facial como otros le llaman, ahora, quiero compartir con vosotras/os mi trabajo de años.
Cierto es que esto no es «LOURDES» ni yo tengo la » VARITA MÁGICA» el verdadero secreto es EL TRABAJO Y LA CONSTANCIA A mis 45 años practico todos los días algunos más que otros es tan importante para mí como trabajar el resto de mi cuerpo.
Un deportista trabaja sus diferentes grupos musculares a lo largo de la semana , no? pues el rostro también tiene grupos musculares. La frente tenemos el músculo frontal para mí uno se los más importantes además de los famosos cigomáticos …, Los orbiculares de los ojos para ayudar a que nuestros párpados no se caigan y minimizar nuestras líneas de expresión. También contamos con los músculos de la nariz, sí sí la nariz, ésta también tiene músculos y con el tiempo y el paso de los años pierde su forma redondita y turgente… y más más músculos que podemos trabajar!!!!
Otro factor a tener en cuenta es la cercanía que el rostro tiene con el cerebro y las conexiones directas con éste. Al trabajar el rostro trabajamos los órganos que indirectamente se encuentra vía refleja en él.
Otro gran descubrimiento fue preguntar a mi rostro a través de la Kinesología (kineface) que era lo que necesitaba en ese momento tanto con alimentos como con cremas o aceites o flores de bach. En ocasiones me faltaba tonicidad y tenía que muscular más así que le preguntaba cuantas series de tal ejercicio quería mi rostro y el cuerpo contesta. Por ejemplo para trabajar el músculo procero, que es el músculo del entrecejo le preguntamos cuantas repeticiones quiere de ese ejercicio (3 series de 5 repeticiones por ejemplo)…
Para mí es un maravilloso momento casi como una meditación , un mantra, el encontrarme a mi misma con mis ejercicios y la respiración acompasada. Relaja mi rostro y mi mente…
Gracias , gracias, gracias.
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